Cosecha. Poema de Rocío Biedma.
(Imagen de la Red)
Dejo caer mi corazón,
adentrarse en la turba
para ver cómo se acrecienta,
tras haber hibernado
en la linde de la espera.
Emerge el hijuelo,
se despierta el espectro,
eclosinan las yemas
y una pleamar de flores blancas
aletean como libélulas,
anegando el cerezal.
Más tarde las drupas
estallan su carmesí
asemejando un manto
de astros encendidos.
Es hora ya de saberse
una cosecha inviolable.
(Del poemario Cerezas en Invierno, Editorial Lastura, 2019)
Eternamente agradecida gentil amigo Antonio Portillo por este gesto de publicar uno de los poemas de Cerezas en invierno en tu interesante blogg. Gracias siempre por tu complicidad!
ResponderEliminarGracias a tu humanidad y amistad. Es un verdadero placer. Un gran abrazo.
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