"Hay máscaras que son lo que parecen". Por J. M. Barbot.
(Imagen de Federico Romero Galán) "HAY MÁSCARAS QUE SON LO QUE PARECEN” (Rafael Soler) Yo también me encendía cigarrillos y fumaba con gesto melancólico al fondo del café, en las mesas de mármol. También estaba solo y dejaba sentarse a los fantasmas –los míos, los prestados– con mi cuaderno abierto y algún libro, la taza, el cenicero y mis derrotas, pequeñas y letales, vividas con metódico deleite. Quería ser maldito, mirarme en los espejos sin ver nada, cabalgar los gemidos de la noche, fugaz brillo de plástico y de nieve, de corcho en las paredes de mi jaula. Soñaba con dejar un cadáver no demasiado feo y deudas impagables a mis condescendientes. Pero llegados a este punto, veinte años después de aquellos sueños, un día, de repente, descubro que mi rostro es igual que la máscara, que jamás hubo sombra en los espejos y que las cicatrices indelebles